lunes, 3 de septiembre de 2012

El síndrome post vacacional también lo sufren los niños


La adaptación a la rutina tras las vacaciones puede ocasionar determinadas alteraciones emocionales y físicas conocidas como el llamado síndrome de depresión post-vacacional. Este es un trastorno que no sólo sufren los adultos, sino que también afecta a los niños que deben recuperar su ritmo habitual en cuanto a horarios, alimentación y actividades en muy poco tiempo y con la dificultad añadida de que, en el caso de los niños, es más complejo identificar el trastorno. Los especialistas de Sanitas Hospitales explican cómo combatir y prevenir el denominado “síndrome de depresión post-vacacional” en los niños.

Los padres tienen un papel fundamental a la hora de ayudar al niño a manejar el comienzo de la nueva etapa académica tras la finalización del periodo vacacional. Si los padres ayudan a identificar los aspectos positivos que tiene el final de las vacaciones, el niño se adaptará a la nueva etapa sin problemas. Ver a los compañeros de clase, recuperar sus juguetes o dormir de nuevo en su habitación de casa, son alguno de estos puntos positivos que los padres pueden utilizar para que los niños tengan ilusión por recuperar su rutina diaria.



Consejos para evitar el síndrome post-vacacional

- Los padres deben planificar el regreso de forma gradual.

- Fomentar la adaptación del organismo a los nuevos horarios. Reservar un par de días para que los niños se adaptena los horarios del otoño.

- Evitar transmitir a los niños la idea de que retomar la vida cotidiana conlleva algo negativo, ya que son un reflejo de sus padres y si perciben normalidad, ellos actúan con normalidad también.

- Reforzar los aspectos positivos de la rutina. Potenciar las ventajas de “la vuelta al cole” (ver a los compañeros de clase, dormir en sus camas, recuperar sus juguetes, etc.)

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